La Investigación y Desarrollo en la Transformación Agrícola
La investigación y el desarrollo (I+D) son la base de la generación de conocimiento y desempeñan un papel fundamental en el impulso de avances tecnológicos. La I+D agrícola es esencial para transformar los sistemas agroalimentarios, ya que no solo aumenta la producción, sino que también optimiza el uso de los recursos, haciendo que la producción sea más eficiente y sostenible.
Las inversiones en I+D, tanto públicas como privadas, han sido impulsores clave del crecimiento de la productividad agrícola a largo plazo, especialmente en los países de altos ingresos. Estas inversiones han fortalecido la competitividad del sector agrícola. Los retornos económicos de la inversión en I+D en estas regiones han sido significativos, lo que resalta la importancia de la investigación agrícola.
Sin embargo, las inversiones en I+D agrícola varían considerablemente entre países. Un informe de los Indicadores de Ciencia y Tecnología Agrícola (ASTI) reveló que, entre 1990 y 2014, las inversiones en I+D del sector privado en países de ingresos altos fueron 87% mayores que en los países de ingresos bajos y medios. En 2011, por cada $1 invertido en I+D agrícola privada en países de ingresos altos, sólo 0.8 centavos se invirtieron en países de bajos ingresos. Además, por cada dólar invertido en I+D agrícola pública, las empresas privadas en los países más ricos aportaron $1.10, en comparación con 15 centavos en los países más pobres.
A pesar del aumento en la inversión en I+D agrícola en países de bajos ingresos en las últimas décadas, estas regiones aún representan solo el 2% de la inversión global total en I+D agrícola. En 2016, el 60% del financiamiento público para investigación agrícola provino de solo nueve países: China, Estados Unidos, India, Brasil, Japón, Irán, Francia, Alemania y Corea del Sur.
A futuro, los sistemas alimentarios y agrícolas globales deben evolucionar para producir alimentos más nutritivos con un menor impacto ambiental, manteniéndose al mismo tiempo económicamente viables para los productores. La investigación agrícola será un factor clave en esta transformación.
La I+D agrícola abarca múltiples etapas, desde la planificación de proyectos y el diseño experimental hasta su implementación y la difusión de resultados. La investigación basada en hipótesis es fundamental para diseñar experimentos eficaces y garantizar que los datos generados sean agronómicamente relevantes, permitiendo aplicaciones reales con impacto económico, ambiental y social. Además, mejorar la transferencia de conocimiento y la capacitación de los productores es esencial para fortalecer su capacidad de innovación y aumentar la productividad agrícola.
A medida que se intensifican los desafíos globales en seguridad alimentaria, cambio climático y gestión de recursos, la inversión sostenida en I+D agrícola—junto con una transferencia de conocimiento efectiva—será crucial para garantizar un futuro agrícola resiliente, productivo y sostenible.
Referencias:
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